Política de formación


 

Desarrollo de la formación y de las competencias internas: un reto clave para CAHORS.

La contribución de la formación al desarrollo colectivo e individual

La formación es una inversión imprescindible para el desarrollo del grupo: permite reforzar su posicionamiento en los mercados y preparar a los empleados para las evoluciones económicas y tecnológicas del futuro.

La política de formación del Grupo CAHORS asocia el crecimiento de la empresa y los proyectos profesionales de los empleados,  pruebas de rendimiento y de motivación. 

Independientemente de si se trata de competencias de gestión, de profundizar en una competencia de «profesión», de mejorar una capacidad individual,... se proponen acciones de formación. Se organizan de forma interna o externa, especialmente a través del Instituto de Formación: el IFGC.

El éxito de los proyectos de formación requiere la movilización del conjunto de las funciones. Asimismo, los directores, los empleados, los equipos de RH y las instituciones representativas del personal están implicadas en cada etapa. 


Combinar proyecto empresarial con diálogo social

El Grupo Cahors evoluciona dentro de un entorno económico y tecnológico internacional que necesita proyectar sus objetivos a medio y largo plazo. La estrategia de formación del Grupo pretende, entre otras cosas, apoyar este proyecto empresarial.

Las acciones prioritarias identificadas afectan a todos los ámbitos de actividad del Grupo, a todas las poblaciones y a todos los dispositivos de formación.

Asimismo, se presenta la estrategia de formación al Comité de Grupo y a las instituciones representativas del personal locales.  Se negocian las grandes orientaciones de formación cada 3 años en el marco del acuerdo de GPEC - Gestión Provisional de los Empleos y las Competencias. 


Hacer prosperar el capital de competencias

Los «EQUIPOS» recogen el saber hacer del Grupo. La política de formación garantiza el desarrollo y la calidad de este capital.

La formación interna resulta estratégica para el desarrollo de nuestras competencias técnicas. Unos itinerarios pedagógicos específicos para los formadores internos nos permiten garantizar la transmisión de los conocimientos entre los empleados, lo que garantiza la perennidad de nuestros conocimientos.

También se ponen a disposición los dispositivos de formación y de orientación profesional en este desarrollo. Unos planes de comunicación recuerdan habitualmente a los empleados sus derechos y los procedimientos para aplicar estos dispositivos.

Finalmente, recomendamos la cualificación y la certificación de los itinerarios pedagógicos. En este marco, se aplican acciones colectivas de VAE - Validation des Acquis de l'Experience@- para valorizar los conocimientos y el saber hacer dominados por los empleados.


Reforzar el sistema de formación: Calidad e innovación

Dentro de nuestro Grupo, se implican directivos y  empleados arriba y abajo del proyecto de formación. Hacia arriba para definir los objetivos y restricciones que la formación deberá respetar (pliego de condiciones). Hacia abajo, para identificar las pistas de mejora del sistema de formación (evaluación).

Siempre pensando en la adaptación de los itinerarios de formación, los equipos de RH, con el apoyo de la dirección del Grupo, garantizan una vigilancia pedagógica: ¿Cuáles son los nuevos saberes que se deben dominar? ¿Qué modalidades estarán más adaptadas a las formaciones «técnicas»?  Etc.

La capacidad de aprender más deprisa que sus competidores es para la empresa la única ventaja competitiva sostenible. Arie de Geus

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